jueves, 26 de noviembre de 2015

CUIDADOS DE LOS PIERCING

Cuidados piercing

Para cada tipo de perforación es diferente el cuidado, nosotros te recomendamos lo siguiente:


Cuidados posteriores para las perforaciones de nariz, ceja, ombligo, lóbulo de la oreja, tragus, cartílago y pezón:

    Antes de nada es muy importante que no toques la perforación con las manos sucias.

    Utiliza agua y jabón neutro (PH 5.5) para limpiar tu piercing, es el más adecuado debido a que no contiene detergentes y ayuda a mantener la piel correctamente sin que se irrite y se seque.

    Para hidratar la perforación es conveniente usar suero fisiológico como máximo dos veces al día, y para mantenerlo bien limpio hay que ir quitando las costritas que se quedan alrededor de la joya.

    Para secarlo es conveniente utilizar papel desechable tipo el papel de cocina, es el mas adecuado debido a que no contiene tanta cantidad de celulosa que puede provocar irritación.
    No usar papel higiénico, ni toallas de baño ya que éstas pueden estar húmedas y contener algún hongo y por lo tanto infectar la perforación.
    • Cuidados posteriores para perforaciones de labio y lengua (mucosa):
    Los cuidados para este tipo de perforación es el mismo que el anterior, con la diferencia del cuidado que hay que tener en el interior de la mucosa.

    Para limpiarse por dentro de la boca es recomendable hacer enjuagues bucales con suero fisiológico 3 veces al día.
    • Recomendaciones:
    Es importante no utilizar betadine, alcohol, agua oxigenada para la desinfección de la perforación, estos productos son muy buenos antisépticos pero para curar una perforación en que va incluido una joya no son recomendables.
    En muchas ocasiones han aparecido alrededor de la perforación manchas moradas, estas ocasionadas por el betadine, debido a que éste contiene yodo en su composición y mezclado con el níquel del acero quirúrgico del piercing, reacciona y forma manchas de este color.

    También es recomendable no meterse en la piscina en aproximadamente 30 días, debido a que el cloro que contienen éstas es muy abrasivo para la herida.

    Es conveniente que no te muevas el piercing continuamente por que al ser una herida tubular entorpeceríamos la curación del interior, por lo que provocaríamos el correspondiente retraso en la cicatrización.

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